sábado, 25 de noviembre de 2017

I missed you

"I Missed You", David Tolk, de su álbum "Seasons" (2017)

https://drive.google.com/open?id=1GtivWCanTCxqkMAGnFkEHrUdD7hERxLt

Fuentes del Marqués, 2007 (EHA)

Estoy solo. Y me pregunto: ¿Existe una mitad de mí que me espera todavía? ¿Dónde está? ¿Qué hace mientras tanto?
¿Vendrá lastimada, la alegría? ¿Tendrá los ojos húmedos? Respuesta y misterio de todas las cosas: ¿Y si nos hemos cruzado ya y nos hemos perdido sin enterarnos siquiera?
Cosa curiosa: no la conozco y sin embargo la extraño. Tengo nostalgia de un país que no existe todavía en el mapa.
Eduardo Galeano ("Días y noches de amor y de guerra")

sábado, 4 de noviembre de 2017

Nubes sobre la lejana línea del mar....

"Some Clouds...Over Me", EHA (2017)

https://ehamusic.bandcamp.com/album/some-clouds-over-me



Fotos cubierta: Santiago de la Ribera (Murcia), noviembre 2017 (EHA).

"Sólo nubes con nubes, siempre nubes más allá de otras nubes semejantes,
 sin palabras, sin voces, sin decir, sin saber;
 últimas soledades que no aguardan mañana."
Luis Cernuda

miércoles, 1 de noviembre de 2017

Above the Light

"Above the Light", Atis Freivalds, del EP del mismo título, 2017.

https://www.youtube.com/watch?v=gr412sOe634

Pablo Neruda. No hay pura Luz
NO hay pura luz
ni sombra en los recuerdos:
éstos se hicieron cárdena ceniza
o pavimento sucio
de calle atravesada por los pies de las gentes
que sin cesar salía y entraba en el mercado.

Y hay otros: los recuerdos buscando aún qué morder
como dientes de fiera no saciada.
Buscan, roen el hueso último devoran
este largo silencio de lo que quedó atrás.

Y todo quedó atrás, noche y aurora,
el día suspendido como un puente entre sombras,
las ciudades, los puertos del amor y el rencor,
como si al almacén la guerra hubiera entrado
llevándose una a una todas las mercancías
hasta que a los vacíos anaqueles
llegue el viento a través de las puertas deshechas
y haga bailar los ojos del olvido.

Por eso a fuego lento surge la luz del día,
el amor, el aroma de una niebla lejana
y calle a calle vuelve la ciudad sin banderas
a palpitar tal vez y a vivir en el humo.

Horas de ayer cruzadas por el hilo
de una vida como por una aguja sangrienta
entre las decisiones sin cesar derribadas,
el infinito golpe del mar y de la duda
y la palpitación del cielo y sus jazmines.

Quién soy Aquél? Aquel que no sabía
sonreír, y de puro enlutado moría?
Aquel que el cascabel y el clavel de la fiesta
sostuvo derrocando la cátedra del frío?

Es tarde, tarde. Y sigo. Sigo con un ejemplo
tras otro, sin saber cuál es la moraleja,
porque de tantas vidas que tuve estoy ausente
y soy, a la vez soy aquel hombre que fui.

Tal vez es éste el fin, la verdad misteriosa.

La vida, la continua sucesión de un vacío
que de día y de sombra llenaban esta copa
y el fulgor fue enterrado como un antiguo príncipe
en su propia mortaja de mineral enfermo,
hasta que tan tardíos ya somos, que no somos:
ser y no ser resultan ser la vida.

De lo que fui no tengo sino estas marcas crueles,
porque aquellos dolores confirman mi existencia.